Los enfermeros de MLKCH le dan máxima prioridad a la salud del corazón

Enfermeros crean un kit de atención en el hogar para los pacientes con enfermedades coronarias

Emana oxígeno de la máscara de un hombre de 89 años acostado en la cama de hospital del quinto piso del Martin Luther King, Jr. Community Hospital (MLKCH). Es la 15.ª vez que el residente de Compton, Claude Pickens, nos visita por un tratamiento relacionado con la insuficiencia cardíaca congestiva. 
 
La alta tasa de lo que los hospitales llaman “readmisiones” (admisiones reiteradas de un paciente por la misma afección), es lo que inspiró a un grupo de enfermeros del MLKCH para crear un nuevo programa de educación sobre la salud del corazón con la esperanza de brindarles a los pacientes las herramientas que necesitan para mantener su salud y no volver a ser admitidos en el hospital. 
 
Los pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva tienen una de las tasas de readmisión más altas del MLKCH. Si bien las razones son diversas, entre ellas, la retención de líquidos y los picos de presión arterial, los enfermeros notaron un factor común: la falta de conocimiento sobre cómo controlar la enfermedad en casa. 
 
Para controlar una enfermedad coronaria, los pacientes deben hacer muchas cosas: controlar la retención de líquidos, medir su presión arterial, pesarse con frecuencia y comprender los riesgos del aumento de peso. Generalmente, los pacientes reciben consejos sobre cómo cuidarse cuando se van del hospital. Sin embargo, la gran cantidad de pacientes que volvía a ingresar sugería que no era suficiente.  

Según Charlene Gozony: “Estaba claro que hablar con la gente una vez no era suficiente". “Las enfermedades coronarias son complejas. No es posible aprender a controlarlas en solo una reunión”. 
 
Los enfermeros del MLKCH tomaron una decisión: educarían a los pacientes todos los días, varias veces al día, desde que entraban al hospital. 
 
También harían una inversión. Todos los pacientes con enfermedades coronarias del MLKCH ahora reciben un paquete de materiales para ayudarlos a controlar su salud: 

  • Un manguito para medir la presión y saber si su corazón está trabajando demasiado.
  • Una balanza, que les indica si han tomado demasiado líquido.
  • Un vaso especial para medir llamado “graduado” que les muestra cuánto líquido deberían beber por día.
  • Un folleto informativo, creado por los enfermeros del MLKCH, que incluye un plan de autocontrol con un sistema de cuidado tipo “semáforo”. La luz verde significa que están haciendo un buen trabajo para controlar su salud en casa, la amarilla les indica que deben prestar atención a los síntomas negativos y la roja indica que necesitan atención médica inmediata. 

MLKCH invierte aproximadamente $75 por paciente para ofrecerles todas estas herramientas. Pero, según Charlene, el resultado posiblemente no tiene precio. 
 
“Puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”. “Los pacientes ya no se preguntan si su corazón está trabajando demasiado. Tienen las herramientas para averiguarlo”. 
 
Para evaluar los conocimientos de los pacientes, los enfermeros del MLKCH les solicitaron que participen de una encuesta sobre su conocimiento de la salud del corazón, la primera vez al entrar al hospital y otra vez antes de irse. Charlene informa que los primeros resultados de la encuesta muestran que los pacientes tienen más conocimiento sobre cómo cuidarse. 
 
Claude, un veterano que acude al MLKCH porque vive muy cerca, indicó: “Creo que están haciendo un excelente trabajo”. “Me han dado todos los instrumentos médicos con los que necesito trabajar. Esto no me ha pasado en otros hospitales”. 
 
Las enfermedades coronarias afectan especialmente a afroamericanos, como Claude. En el sur de Los Ángeles, la tasa de mortalidad por enfermedades coronarias es un 44 % mayor que el promedio nacional. 
 
Claude opinó que el programa de MLKCH es importante. “Creo que todos deberían sumarse. Nuestro corazón es lo más importante”. 

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